Doñana

Permítame presentarle a Doñana, uno de los paraísos naturales más importantes de Europa.
De Coto de Doñana a Parque Nacional de Doñana .
Los orígenes de Doñana como región se remontan miles de años en la historia.
Unos 10 siglos antes de Cristo algunos textos antiguos colocaban a la mítica Tartesos en esta zona.Civilizaciones como los Etruscos, los Fenicios y los Griegos dejaron sus huellas en el Parque Nacional.
Todavía hoy es posible encontrar algunos restos romanos escondidos en la arena.
En tiempos de los Romanos había un gran lago llamado Lacus Ligustinus rodeado por el Río Guadalquivir y sus afluentes y por una barra arenosa al sur.
Después de un paréntesis histórico, el Rey Alfonso X El Sabio, regala parte de las Marismas del Guadalquivir a la ciudad de Sevilla en 1255.
Durante siglos, nobles y reyes consideraron los bosques y las marismas de la desembocadura del Río Guadalquivir como una de las mejoras zonas de caza de España.
En el siglo XIX comenzaron las grandes transformaciones de la marisma, en el curso de las cuales la mayor parte de ellas se transformaron en zonas de cultivo.
A finales de los años 60, un puñado de científicos y naturalistas vieron el fruto a todos sus esfuerzos cuando una parte de Doñana fue al fin protegido bajo la figura de parque nacional.
Desde entonces este espacio natural ha ido acumulando reconocimientos y hoy día se le considera uno de las reservas naturales más importantes de Europa.
Situado en la desembocadura del Río Guadalquivir, en la costa suroccidental de Andalucía, Doñana forma parte de Europa, pero la cercanía de África se deja notar ; se encuentra junto al Océano Atlántico, pero está muy influenciado por el Mar Mediterráneo ; la mayor parte de su territorio es de origen fluvial, pero el mar tiene un papel protagonista en su formación.
En sus casi 110.000 hectáreas Doñana ofrece una variedad inagotable de ecosistemas y paisajes. Aquí un denso bosque de alcornoques da paso, a la vuelta de un lentisco, a la inacabable marisma.
Una marisma que se pierde en el horizonte, donde una flotante silueta de dunas amarillas la separan del mar.
Allí quizás, un oscuro pinar esconde un camino perdido entre juncos que conduce a las ardientes arenas de un pequeño Sahara.
Escondido en alguna parte, un verde manto de helechos se extiende hasta el mismo pie de la más intrincada maraña de troncos y ramas que jamás cubriera el cauce de un arroyo.
Interminables playas de blanca arena, dunas empujadas por el viento, densos bosques de pino y alcornoques, y marismas que se pierden en el horizonte, conforman un atractivo mosaico que se ofrece a los visitantes en uno de las últimas tierras vírgenes de España.
Además de por su variedad de ecosistemas, la diversidad de Doñana viene marcada por los cambios climáticos estacionales, los cuales producen transformaciones tan acusadas que Doñana puede parecer irreconocible si se visita en diferentes épocas del año.
Se trata de un ciclo anual que afecta tanto al aspecto de sus ecosistemas como a las especies que los pueblan. Extensas áreas de marisma natural y transformada aparecen inundadas o secas siguiendo los patrones de los ciclos de lluvia y/o uso agrícola.
De esta manera, la marisma natural sirve de despensa para miles de aves en invierno y primavera, mientras que lugares como los extensos arrozales del noroeste lo hacen en verano y otoño.
Estas tierras llanas de la desembocadura del Guadalquivir no son solamente importantes para las aves migratorias de nuestras latitudes sino que suponen uno de los últimos refugios para numerosas especies de aves y mamíferos sedentarios tan amenazadas como el Águila Imperial Ibérica o el Lince Ibérico.
Además de naturaleza en estado puro, la comarca de Doñana es rica en antiguas tradiciones como la Romería del Rocío o la Saca de las Yeguas, equipamientos turísticos de sol y playa como Matalascañas y Mazagón y atractivas ofertas culturales y gastronómicas.
Los pueblos de Sanlúcar de Barrameda, Aznalcazar, Hinojos, Villamanrique de la condesa y Almonte, entre otros, ofrecen a sus visitantes bellos rincones entre sus calles de blancas casas.
En estos días, Doñana se esfuerza por imponer sus valores frente a los que consideran que el desarrollo económico de la zona pasa por el turismo de masas o la agricultura sin control.
Un mundo natural que se enfrenta a un mundo artificial.
En nuestras manos está, en la de todos nosotros, que esta joya de la naturaleza sea disfrutada por generaciones futuras.
Desde la creación del Parque Nacional en 1969, Doñana ha acumulado un buen número de reconocimientos internacionales.
En 1994 fue nombrado por la UNESCO Patrimonio de la HumanidadEl Parque Nacional, un territorio bajo un protección muy estricta, con acceso público restringido a los centros de visitantes y los senderos junto a ellos.
El Parque Natural, menos estrictamente protegido y con un acceso más abierto; esta zona es la continuación natural del Parque Nacional y es también de gran importancia para las aves migratorias y reproductoras. Ofrece también una gran variedad de ecosistemas y rutas.
El Río Guadalquivir y el Océano Atlántico moldearon la antigua bahía localizada en la desembocadura del del Río y dieron lugar a la región que hoy día conocemos como Doñana.
Los sedimentos arrastrados por el río y las arenas empujadas tierra adentro por las corrientes marinas y los vientos llenaron las aguas someras de la bahía para construir un territorio de arenas y arcillas.Hay 3 ecosistemas principales en Doñana: las marismas sobre suelo arcillosos, las dunas y los bosques o cotos sobre arenas más o menos estabilizadas.
El ciclo de la arena comienza en las playas del Océano Atlántico.
Las corrientes marinas (afectadas hoy día por las construcción de numerosos pantalanes y espigones en la provincia) están todavía cambiando la línea costera.
Los vientos dominantes del suroeste, llamados localmente "foreño" empujan a la arena hacia el norte, lejos de la humedad de las playas.
Un pequeño número de especies de plantas, adaptadas a este difícil substrato, sirven de barrera a la arena, que se acumula en torno a ellas en pequeños montículos llamados Dunas Embrionarias.
Estas pequeñas dunas van creciendo gracias al continuo aporte de arena procedente de la playa, para construir la primera línea de dunas propiamente dichas que discurre paralela a l largo de los 32 kms que separan Matalascañas de Sanlúcar de Barrameda.
Esta primera línea se mueve hacia el norte empujada por los fuertes vientos y se hace cada vez más alta conforme se acerca a la marisma, donde finaliza el viaje de la arena seca.
En años lluviosos, el agua arrastra la arena de la marismas transportándola de vuelta al mar para cerrar así el ciclo.Se pueden contar hasta 6 de estas líneas de dunas.
Los huecos entre ellas son colonizados por la vegetación, siempre listas para ocupar cualquier nuevo espacio disponible. Pero los pinos piñoneros y los enebros no son suficientes para parar el avance de las dunas.

Los primeros son simplemente enterrados por la cabeza de la duna, mientras que los últimos se han adaptado a sobrevivir gracias a una especie de raíces flotantes, que les permiten cabalgar sobre las dunas.
En lo que se llama la cola de la duna, la vegetación colonizará de nuevo el espacio libre dejado por el avance de esta. Las dunas se mueven a un velocidad media estimada de 3-6 metros al año y la más alta se eleva hasta unos 35 metros sobre el nivel del mar.
Esta es la que se localiza junto a la marisma y que se llama localmente "Cerro de los Ánsares".
En los espacios interdunares (localmente llamados "corrales") y en las zonas de arenas estabilizadas, la vegetación se desarrolla para formar diferentes asociaciones dependiendo de la calidad de las condiciones.
En el sur, junto a la desembocadura del Río Guadalquivir, antiguas plantaciones de Pino Piñonero ocupan el terreno. La mayoría de las las arenas estabilizadas al este del parque están ocupadas por dos clases de asociaciones vegetales.
La localmente llamada "Monte Negro" que se desarrolla en los lugares más húmedos y donde el Tojo, las zarzas, los helechos y los brezales abundan.
Y la llamada "Monte Blanco" en suelos más pobres, donde el Jaguarzo (Halimium halimifolium) domina, y otras jaras y plantas aromáticas crecen en densa cobertura.
Al norte del parque nacional todavía es posible encontrar algunas manchas del primigenio bosque de alcornoques, como es el caso de Matasgordas.
En el borde sureste del parque nos podemos encontrar con algunas manchas bien conservadas del nativo bosque de Sabina Mora (Juniperus phoenicea), antiguamente mucho más extendido sobre las arenas semiestabilizadas. Este es el ecosistema más extendido con sus más de 30.000 has y el máximo responsable de la singularidad de Doñana.
La evolución natural de las marismas y las transformaciones humanas del medio la han hecho muy dependiente de las lluvias estacionales.
Proceso que se está intentado hoy día revertir parcialmente con las actuaciones del Proyecto Doñana 2005.
Las desigualdades de la gran planicie conducen a cierta variedad en las condiciones de suelo y humedad. De manera que se pueden encontrar diferentes tipos de hábitats en una aparente llanura plana. En las zonas más bajas, el agua ha lavado la sal permitiendo el avance de plantas como el Carrizo (Phragmites sp.) y la Castañuela (Scirpus maritimus).
En años normales, esta parte de la marisma permanece inundada desde Octubre hasta Mayo-JunioEn otras zonas, más bajas aún, llamadas localmente "lucios" , la sal se concentra evitando el crecimiento de la vegetación.La "marisma seca" , sólo unos centímetros más elevada que el resto, permanece como una estepa salina la mayor parte del año.
Aquí dominan las Quenopodiaceas.
También algunas zonas más altas aun, que no son cubiertas por el agua muy a menudo, y donde el ganado y los animales salvajes encuentran refugio durante las grandes crecidas. Se las llama localmente "vetas".
A todo lo largo de la zona de contacto de las marismas con las arenas, encontramos una estrecha tira de terreno de una extrema importancia .
Es lo que llamamos "vera". Aquí, el agua acumulada en el manto freático debajo de las dunas, aflora lentamente y se acumula sobre las arcillas de la marisma, incluso durante le verano, cuando los animales no pueden encontrar ninguna otra fuente de agua.
El famoso Coto de Doñana no es más que la zona protegida creada en 1963 llamada oficialmente Parque Nacional de Doñana. Una zona que ha sido ampliada varias veces hasta las actuales 54.120 has.

En 1989 el Gobierno Andaluz se adelantó a todas las demás comunidades con su Ley de Espacios Naturales Protegidos, por la cual se crearon 18 nuevos espacios naturales protegidos en la región. Uno de ellos fue el llamado Parque Natural de Doñana, el cual iba a incluir entre otras, una zona anteriormente llamada Preparque, situada entorno al Parque Nacional. En conjunto unas 54.000 más se protegieron en la zona de Doñana.
La idea era crear una especie de zona tampón en torno al Parque Nacional para fortalecer la protección en éste. Últimamente el Parque Natural ha sido ampliado hasta las actuales 53.835 has.Recientemente las competencias sobre parques nacionales ha sido transferida a las comunidades autónomas.
De esta manera, la tradicional diferencia que se establecía entre los dos parques debida a las diferentes administraciones que los gestionaban, ha desaparecido.
En estos momentos ambos parques quedan bajo la gestión de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.Veremos lo que estos cambios traen.


Pero otras importantes diferencias permanecen igual. En el Parque Nacional, la Conservación de hábitats y especies está en lo más alto de la lista de prioridades, junto con Investigación, para una mejor protección.


El uso de recursos naturales y el uso público permanecen como categorías inferiores de uso.

Sólo algunos aprovechamientos tradicionales de recursos son permitidos, como son la ganadería, la recolección de piñones o el cultivo de abejas.


Por otro lado, en el Parque Natural se le da la misma prioridad a la Conservación - Investigación y al Uso de Recursos Naturales; de tal manera que actividades como la agricultura intensiva o la caza están permitidas y reguladas en ciertas zonas.



De esta manera la conservación de especies y ecosistemas esta garantizada en Doñana al mismo tiempo que se permite a la población local hacer un uso racional de los recursos.


Es una zona extensísima y con una variedad de vida increible. Estuvimos hace poco tiempo todos nosotros y lo pasamos de maravilla. Aprovechar unos días y acercaros.

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