



Los ejemplares florísticos más destacados son el tajinaste rojo, el rosal del guanche, la retama y la violeta del Teide, que muestran sus intensos colores sobre todo durante la primavera.
Su extraordinario paisaje es un monumento geológico de los más espectaculares del mundo, que se despliega bajo la atenta mirada del gran volcán, el “Echeyde” de los guanches.

Una serie de rutas de senderismo recorren los parajes más soberbios del Parque Nacional, como la Cañada del Capricho, Pico Viejo o Siete Cañadas, aunque desde el coche se puede disfrutar de escenarios tan bellos como el del Valle de Ucanca.
Pero la panorámica más excepcional se consigue desde lo alto del cráter, a donde se llega con el teleférico.

También las rutas guiadas gratuitas que parten de este centro y del de Cañada Blanca permiten conocer la geología, flora y fauna del entorno.

La red de parques nacionales en el archipiélago canario intenta conservar sus ecosistemas más característicos. Así, este Parque Nacional del Teide, situado en el mismo centro de la isla de Tenerife, alberga la mejor manifestación de la vegetación del piso supramediterráneo.
El Teide es la cima más alta de España y de todos los archipiélagos atlánticos, altitud que con sus abruptas laderas alcanza en apenas trece kilómetros desde la línea de costa.

El Teide culmina en el Pilón de Azúcar, que presenta aún actividad residual en forma de fumarolas y solfataras a 86º C.
La caldera, conocida por Las Cañadas, ha tomado su nombre de la estructura más típica del parque: la Cañada, planicie sedimentaria situada normalmente al pie de las paredes o anfiteatro de la caldera.

Dicho edificio, de enorme complejidad estructural, se desarrolló en altura durante milenios debido al apilamiento de gran cantidad de coladas de lava y capas de piroclastos, los cuales fueron originados en múltiples erupciones sucedidas durante 3,5 millones de años, en donde a lo largo de este periodo han alternado fases de construcción y destrucción.

Por una parte, la desaparición de la porción más elevada del Edificio, cuya estructura interna queda expuesta en la pared del Circo, y la consiguiente formación de la citada depresión.

Con una altitud de media superior a los 2.000 metros de parque nacional, el Teide nos ofrece una de las muestras más espectaculares del vulcanismo a nivel mundial y representa la mejor muestra de ecosistema volcánico de alta montaña de toda Canarias.

En cuanto a su gran riqueza biológica, destaca su singular flora con un alto porcentaje de endemismos y su fauna invertebrada con numerosas especies exclusivas.

Además de su Zona Periférica de Protección, este espacio natural está rodeado del Parque Natural de la Corona Forestal que, con 46.612,9 ha de extensión, es el mayor espacio natural protegido de toda la Comunidad Autónoma de Canarias.
En 1989 fue galardonado con el Diploma Europeo en su máxima categoría A que otorga el Consejo de Europa.
Este Diploma Europeo ha sido prorrogado en el año 1994 y en 1999. El Patronato del Parque Nacional del Teide y la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales en Canarias, tomaron el acuerdo de la iniciativa de declaración del Parque Nacional del Teide como Patrimonio de la Humanidad.

El Parque Nacional del Teide es la mejor muestra de ecosistema volcánico de alta montaña de las Islas Canarias y supone un espectacular paisaje de características únicas en todo el planeta.
Su singular flora, llena de endemismos, incluye una decena de especies en peligro de extinción, y los invertebrados cuentan con formas exclusivas de las que apenas se conocen unos pocos ejemplares.
Incluye además, hábitats amenazados como los hidropétricos, subterráneos, etc. que por su disposición y altitud se ven afectados anualmente, con distinta intensidad, por períodos de nevada, contribuyendo a mantener procesos ecológicos esenciales como es la recarga de los acuíferos.
Incluye además, hábitats amenazados como los hidropétricos, subterráneos, etc. que por su disposición y altitud se ven afectados anualmente, con distinta intensidad, por períodos de nevada, contribuyendo a mantener procesos ecológicos esenciales como es la recarga de los acuíferos.

Geomorfológicamente, toda la estructura de la caldera y el gran estratovolcán Teide - Pico Viejo son de relevancia internacional.
Además, hay una gran variedad de elementos en forma de pitones, cuevas, domos, etc., que acrecientan el interés científico y la espectacularidad de este área.
Alberga igualmente, una muestra representativa de hábitats eólicos, con especies exclusivas como la violeta del Teide.

Actualmente tres especies se encuentran en peligro de extinción y doce en situación vulnerable, según el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Para muchas especies endémicas, las paredes y piedemontes de las Cañadas constituyen un refugio, destacando el vistoso tajinaste rojo (Echium wildpretii), el rosal del guanche (Bencomia exstipulata), cuya población no sobrepasa los 50 ejemplares, la jara de Las Cañadas (Cistus osbaeckiaefolius) y la exclusiva y escasa Helianthemum juliae. Por encima de los 2.400 m de altitud crece la joya del Parque, la delicada y frágil violeta del Teide (Viola cheiranthyfolia).

Como respuesta a las numerosas amenazas que sufre esta flora (influencia humana, especies introducidas), a partir de 1981 se redactan los Planes Sectoriales de Recuperación en los Parques Nacionales del Teide, Garajonay y Caldera de Taburiente.

La fauna autóctona es también de gran interés, como el lagarto tizón o el pinzón del Teide de color azul intenso.
En la actualidad sólo dos factores de amenaza permanecen en el Parque Nacional, constituyendo el principal foco de atención por parte de los gestores del mismo: el conejo (Oryctolagus cuniculus) y el muflón de Córcega (Ovis gmelini musimon).
Un Plan de recuperación de especies vegetales en peligro de extinción dedica una buena parte de sus esfuerzos a aislar las poblaciones naturales de la incidencia de estos animales mediante el establecimiento de vallados de protección.

Se puede visitar el Museo de Sitio Juán Évora, que fue el último habitante de La Cañadas que conservaba el modo de vida tradicional.
La casa en la que vivió, situada en el cruce de Boca Tauce, en el acceso sur del Parque, ha sido rehabilitada recientemente por la Escuela Taller de Guía de Isora.
Próximamente se abrirá al público como punto de información, contando además con una exposición sobre el antiguo estilo de vida de los pastores en Las Cañadas.

Es a mediados del S. XIX cuando Piazzi Smyth se instaló durante tres meses a 3.300 metros de altitud, aprovechando las inigualables posibilidades que el cielo de Las Cañadas le brindaba.
Como reconocimiento a su labor se bautizaron accidentes lunares con el nombre del Teide y de Tenerife.
La tradición astronómica tiene inmediata continuidad a comienzos del siglo XX, con los estudios sobre el cometa Halley hechos por el astrónomo francés Jean Mascart en 1910 en el Alto de Guajara, a 2.718 metros.

El Observatorio del Teide - junto con el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma -, pertenece al INSTITUTO DE ASTROFÍSICA DE CANARIAS (IAC), cuya sede central se encuentra en La Laguna.
La Astrofísica moderna en Canarias empezó en este Observatorio, a comienzos de la década de los sesenta, en la zona de Izaña, a 2.400 m. de altitud, en un paraje donde concurren los términos municipales de La Orotava, Fasnia y Güímar.
El primer telescopio para realizar estudios de luz zodiacal, la luz dispersada por la materia interplanetaria, empezó a funcionar en 1964.
Es algo inexplicable, ...por lo que es imprescindible planificar un viaje y respirar sus entrañas, mancharte de polvo tus zapatos y abrir las pupilas al máximo, así como el corazón, para traerte un recuerdo inolvidable de este parque natural.,, lo recordarás para siempre. Esperemos que se conserve lo mejor posible para disfrutarlo a través de generaciones y generaciones, así como nos lo han conservado nuestros antepasados.
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