Las salinas de Santa Pola se encuentran situadas en los términos municipales de Santa Pola y Elche, provincia de Alicante, en la comarca de Vinalopó a 38º 11' 35" latitud norte y 0º' 36' 9" longitud oeste; suponen una superficie de 2.496 Ha., de las que 1.100 han sido transformadas en salinas.
Los principales recursos hídricos de la comarca proceden de los dos cauces fluviales existentes, que son los ríos Vinalopó y Segura, si bien ambos resultan deficitarios para atender la demanda hídrica, especialmente durante el verano.
Sólo presentan excedentes con ocasión de las relativamente frecuentes avenidas que los caracterizan.
Por otra parte, el carácter impermeable de los materiales detríticos que conforman el subsuelo de la zona impide que se desarrollen acuíferos de interés, a excepción del de la zona del valle del Segura, que posee sedimentos de relleno Cuaternarios y que forma parte del sistema acuífero de la Vega Baja y Media del Segura, aun cuando sus aguas son excesivamente salinas.
El agua que se utiliza en las salinas es bombeada desde el Mediterráneo a través de un canal y conducida a unos depósitos de "agua salada fresca" donde comienza el proceso de la obtención de sal.
Por otra parte, las charcas que rodean las salinas propiamente dichas conforman un conjunto bastante estable, delimitado por un azarbe que las rodea y separa del terreno salino circundante.
Tales azarbes aportan aguas salobres procedentes de riegos o afloramientos y van a desembocar al mar. Por otro lado, la zona recibe agua semidulce procedente de la zona del Hondo por el azarbe del Dalt, que surte a una pequeña extensión de terreno situado al suroeste, conocida por pantano o laguna de Santa Fe, de unas 450 Ha.
El mismo azarbe, cerca de su desembocadura en el mar, forma otra pequeña charca de agua salobre de unas 250 Ha.. Los ambientes que se encuentran en este enclave natural son muy variados.
En la zona costera, con sus playas y dunas, se ubica la explotación salinera. El viajero encuentra, si se desplaza desde este lugar hacia el interior, una zona de agua salobre embalsada permanentemente y unos terrenos con el agua a ras del suelo que se encharcan temporalmente. El espacio que bordea el contorno interior del Parque está ocupado por cultivos.
Desde la carretera N-332, que atraviesa de norte a sur el paraje, se puede disfrutar de las espectaculares concentraciones de distintas especies de aves que se alimentan en las salinas.
En este antiguo humedal cercano a Santa Pola, se instalaron a principios del s. XX salinas en el Braç del Port, el Pinet, etc. que transformaron por completo su fisonomía.
El actual parque natural protege diversos ambientes: las explotaciones salineras cercanas al mar, las balsas de agua dulce permanentemente inundadas y sus áreas periféricas; y una franja de terreno cultivado.
La fauna y la flora se adaptan a las condiciones de humedad y de alta salinidad. Son espectaculares las concentraciones de flamencos que llegan a sumar varios millares de ejemplares. Las dunas del Pinet son otro punto de interés del parque, que tiene su Centro de Información en el Museo de la Sal de Santa Pola .
La Isla de Tabarca está situada a menos de media hora en barco desde el puerto de Santa Pola. Completamente amurallada, el pasado de Tabarca es fascinante.
En tiempos medievales, la isla sirvió como refugio a piratas y corsarios y como lugar de almacenamiento a sus tesoros. ¡Quién sabe lo que usted se podría encontrar mientras pasea por la playa!.Tabarca, centro de la deliciosa gastronomía marinera, pasa de las treinta personas que allí conviven en los meses de invierno, a más de dos mil visitantes diarios durante el verano.
En los meses estivales las calles y playas de esta maravillosa y pintoresca isla se llenan de bullicio y alegría.En 1986, el Patrimonio Nacional de Turismo concedió a la Isla el rango de Reserva Marina Nacional debido a su abundante y variada flora y fauna y a los espectaculares fondos marinos de la zona.
Destacan las aglomeraciones de flamencos en la zona húmeda. La extracción de sal es la actividad económica más importante de la zona.
Este hecho, junto con la vistosa coloración rosada de las balsas con mayor concentración salina, confiere al Parque una gran belleza.