Urdaibai

La ría de Mundaka es el centro -y enclave realmente excepcional- de la "Reserva de la Biosfera" de Urdaibai. Nos hallamos en el valle del río Oka, que tiene a Gernika como población principal, y numerosos núcleos habitados, la mayoría pequeños y rurales, que componen un notable paisaje. En el mismo borde litoral, al este de la ría, destaca el cabo Ogoño, imponente mole caliza donde habitan el cormoran moñudo y el halcón peregrino. A sus pies se extiende la playa de Laga, muy visitada por los bañistas de la zona, pero que conserva todavía muestras valiosas de la especialísima flora de arenales y dunas. Frente a la desembocadura de la ría se alza solitaria la isla de Izaro, elemento singular del paisaje. En ella existió un convento de frailes franciscanos del que quedan algunas ruina, actualmente colonizadas por gaviotas, entre otras aves. Nos detenemos ya en la propia ría de Mundaka, que, tal y como hemos apuntado, es el corazón de la Reserva. Recomendamos verla en diferentes momentos del día, para poder apreciar tanto la bajamar como la pleamar. En las horas de marea baja quedan al descubierto extensas playas cerca de la desembocadura, que luego serán cubiertas por la aguas remontantes. Aguas arriba se puede apreciar la zona marismeña, con sus numerosos canales, superficies de limos y extensiones de carrizal. Si desde la ría miramos hacia el paisaje, nuestra vista se fijará, especialmente en la margen derecha (Atxarre-Ereñozar), en unos relieves con cerrada vegetación y color verde oscuro. Son crestones calizos cubiertos de encinar cantábrico y sus etapas arbustivas. Las cuevas que se formaron en estos lugares por disolución de la caliza, fueron aprovechaodas por las cazadores prehistóricos para establecer su morada. Una de ellas es la cueva de Santimamiñe. El cauce de la ría aparece dispuesto sobre los materiales que rellenan el valle, anchándose progresivamente en dirección a la boca. La dinámica del estuario ha rellenado paulatinamente el canal con materiales aportados desde el interior y retrabajados por acción de las mareas. En la actualidad domina una colmatación relativamente rápida, como se deduce del hecho de que el cauce haya sido navegable hasta Gernika en tiempos recientes. Como en todo estuario desarrollado pueden diferenciarse tres dominios sedimentarios principales:zona arenosa, mixta y fangosa.La zona arenosa se caracteriza por la presencia de barras de desembocadura, adosadas al margen de la ría, y barras de canal. Son ambientes sujetos a la acción de las mareas y, en el caso de las primeras, al retrabajamiento por efecto del oleaje. Debido a esto, la posición y perfil de estas formaciones varía con rapidez.
En la zona mixta aparecen fangales y márgenes fangosos del canal con contenido variable en arena. Estos materiales se depositan debido a un desequilibrio en las corrientes de marea. La corriente vaciante tiene menor energía y por tanto su capacidad de arrastre en menor que la de la corriente de ascenso. Los materiales aportados por esta última no pueden ser evacuados. Los fangos presentan un contenido alto en materia orgánica y escaso en oxígeno, son de colores oscuros. En corte se observa un bandeado formado por la intercalación de capas arenosas debidas a fuertes tormentas y mareas vivas que aportan una mayor cantidad de arena desde la desembocadura. En la zona fangosa se desarrolla en la parte más alta del estuario, donde no llega la arena procedente de la boca. Es zona de marismas con intensa colonización vegetal que aumenta a medida que la marisma se aleja del cauce, disminuyendo la salinidad y estabilizándose el suelo. Las marismas aparecen cruzadas por sistemas de canales activos únicamente en la pleamar e inicio de la bajamar. La costa vasca forma parte de la región atlántica europea, caracterizada por su clima oceánico templado y húmedo.
La comarca de Urdaibai disfruta por tanto de un clima oceánico, regulado por el Cantábrico, que garantiza la uniformidad de las variables atmosféricas.En la Reserva de la Biosfera de Urdaibai se diferencian dos áreas: los montes que perfilan la zona, con sus cimas y laderas, y es estuario, con una extensa zona de contacto con el mar. Aquí se dan cita numerosos ecosistemas que se originan gracias a las condiciones que reúne el medio y que agrupan comunidades particulares de fauna y vegetación, con presencia de especies muy relevantes.

Las denominadas "Landas costeras" son formaciones compuestas principalmente por brezales, argomales y helechales, que ocasionalmente dan paso al encinar o al robledal; están próximas al litoral, prácticamente sobre los acantilados costeros. Es un medio pobre para la fauna, por la dureza quizás de las condiciones donde se desarrolla, y que alberga especies propias de los espacios abiertos.
El " litoral" presenta fuerte pendiente y condiciones extremas: aporte de sales del mar, azote del viento y escasez de suelo; destacan los acantilados de Ogoño y la isla de Izaro. Únicamente algunas plantas y aves pueden vivir en este medio; las plantas son escasas, pero resistentes, y se disponen de un gradiente según su capacidad de resistencia; crían varias aves, como cernícalo, lechuza, gaviota argéntea y cormorán moñudo
"LaMarisma" con un elevado grado de diversidad , exclusividad y rareza de especies, es la zona húmeda más importante del País Vasco, donde cada vez son más escasos estos ambientes. Según el lecho y el predominio de aguas saladas o dulces, viven diferentes especies. Alberga numerosas aves, sobre todo en los periodos de migración e invernada. La presencia de especies emblemáticas, como la espátula, es habitual en este periodo.
"La campiña es el área ligada a la explotación del caserío. Presenta una gran diversidad ecológica debido a la alternancia de pequeñas masas forestales y landas con prados y cultivos, que en ocasiones se encuentran delimitados por setos vivos.
Debido al retroceso del sector primario, la campiña sufre un proceso de homogeneización y empobrecimiento, con predominio de pinares.
La mayoría de las plantaciones forestales corresponden a coníferas y eucaliptos, ocupan la mayor parte de la superficie de la Reserva. La uniformidad del medio y el corto ciclo de tala a que están sometidas, hacen que el número de especies presentes sea reducido; provoca también ausencia de estratos de vegetación y escasez de micro-hábitats, por lo que su interés ecológico es escaso. La mayor parte de las especies presentes son de carácter ubiquista o forestal.
Se desarrolla el bosque de galería al amparo de los cursos de agua, e incluye tanto el propio cauce como la banda de vegetación que lo bordea. Los suelos suelen ser húmedos y la comunidad presenta una gran variedad de árboles y arbustos acompañantes; la fauna ligada es rica. Entre la zona de cabecera y la zona final, las diferencias son manifiestas, tanto en el tipo de especies vegetales, como de fauna, sobre todo piscícola.
Se asienta el encinar cantábrico del parque sobre sustrato calizo, donde apenas hay suelo y el ambiente es muy seco, ya que el agua procedente de la lluvia penetra en el suelo calizo altamente permeable. Cuentan con árboles poco desarrollados y zonas clareadas donde el sotobosque es muy denso y predomina el madroño. La falta de agua y lo impenetrable que es en muchos lugares excluye a muchas especies, como los anfibios; este medio favorece a algunas especies forestales, a la vez que sirve de refugio a numerosos grandes mamíferos. La biodiversidad es un término acuñado en las últimas décadas en todos aquellos temas relacionados con la conservación del medio ambiente y por lo tanto con la preservación de nuestra propia supervivencia como especie en el Planeta Tierra.
La ría de Mundaka y su entorno reúnen, en una superficie mínima, una gran variedad de medios acuáticos y terrestres sobre los que se asienta una notable diversidad botánica y faunística. Esta riqueza natural, puesta de manifiesto por diversos estudios e informes ha permitido catalogar a este rincón de la geografía vasca como una de las áreas más singulares e interesantes de toda la cornisa cantábrica.
Durante años, las zonas húmedas han sido consideradas parajes inhóspitos incapaces de ofrecer beneficio alguno a la humanidad. Este erróneo planteamiento la conducido a la desaparición de miles de hectáreas de estos biotopos acuáticos en toda Europa.
Un mayor conocimiento científico, así como la evolución de las formas de pensar en el viejo continente, ha propiciado un cambio de actitud en una buena parte de la opinión pública respecto de los humedales, lo que indudablemente ha contribuido a la conservación de algunas de las áreas europeas más importantes.Bosques y valles que se vuelcan al mar, imponentes acantilados que vigilan el tronar de las olas y serenas playas donde reposa el tiempo. Marismas y poblaciones rendidas ante la evidencia de un lugar de ensueño donde la luz se mezcla con el verde de sus aguas y el azul del cielo. Un espacio que nos muestra su grandeza y su magia en un estuario encantado.
Sus playas, grandes arenales o pequeñas y recogidas calas de fuerte sabor cantábrico, refugio de mares embravecidos y guardianes de majestuosos acantilados, son un regalo para los sentidos en todas las épocas del año.
Es algo inigualable y que rezuma música y perfume. Hay que ir para sentirlo y hacerse amante de esta tierra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que yo estoy de acuerdo con esta publicación.
Hace tiempo que estuve haciendo un recorrido por tierras de Vizcaya y me impresionó mucho esta zona por su belleza. Tenemos la suerte de vivir en España,una nación llena de contrastes y bellísima de norte a sur, variopinta en sus gentes y sus costumbres.
Conservemos, admiremos y disfrutemos de todo lo que tenemos tan cerca. Saludos para tod@s

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